FANATISMO
FUERA DE CONTROL
¿Quién
no tiene un cantante favorito? ¿Quién no tiene un equipo de fútbol favorito? En
la vida, hay muchas cosas que nos pueden llegar
apasionar, querer saber todo sobre eso que nos gusta tanto, que “amamos
tanto”, sentirte parte de ello llegar a ser fanáticos aun sin saberlo, porque
quizá no lo crees ser o simplemente no lo aceptas pero. ¿Puede esa pasión
llevarnos hasta el punto de convertirnos en criminales?
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Los seres humanos poseemos muchos
rasgos de fanatismo en mayor o menor grado dependiendo del nivel de
aferramiento que hemos desarrollado a nuestras creencias, preferencias,
prejuicios, etc. Y es que el ser humano suele aferrarse a figuras psicológicas
de las que obtiene seguridad quiere imponerlas e incluso las defiende de
contradicciones.
El fanatismo se ha convertido en un
fenómeno muy amplio que puede presentarse en muchos campos como la política, la
música, la religión, el deporte, entre muchos otros. Dentro de estos diversos
tipos de fanatismo existentes, hay que subrayar que el religioso es el que más
daño ha ocasionado a lo largo de la historia.
Como perfecto ejemplo de este horror
religioso que sólo ha traído muerte y destrucción merecería destacarse la
creación de la Santa Inquisición durante la Edad Media.
LA SANTA INQUISICIÓN FUE
FANATISMO
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Se
trataba de una institución dentro de la Iglesia Católica, que tenía como misión
acabar con la herejía y para ello establecía tribunales a lo largo y ancho de
la geografía mundial que eran los encargados de “juzgar” a los herejes. Así
llamaban a quienes consideraban brujos, ateos o
adoradores del demonio.
Esto dio lugar a que los individuos
que se situaran al frente del Santo Oficio (tribunales) cometieran todo tipo de
injusticias y de inculpaciones a inocentes que murieron quemados en la hoguera
y que sufrieron todo tipo de torturas absolutamente abominables.
CONGREGACIONES RELIGIOSAS FANÁTICOS
¿Cuántos casos no se han visto en la
historia de la humanidad de extrema
crueldad, injusticia, violencia, tiranía, etc.,
procedente de movimientos ideológicos que pregonan a dios, al amor, a la
libertad, a la justicia y la fraternidad?
No debe resultarnos extraño que las
personas se vuelvan hacia el esoterismo, el ocultismo y las sectas. No hay
visión en el mundo en la que viven, pues en un entorno semejante es fácil ser
presa de estos diversos grupos religiosos.
En el AA.HH Lomo de Corvina del
distrito de Villa el Salvador, un ex perteneciente a un grupo religioso el
señor Marco Aurelio Espinoza ex “Testigos de Jehová” accedió a la entrevista
muy amablemente:
¿Es difícil abandonar a los Testigos de Jehová?
El grado de dificultad depende de varios factores. Uno de ellos es del
tiempo que uno lleve en la organización. Otro es la cantidad de familia que
tenga dentro.
Por ejemplo: Si uno ha vivido mucho tiempo en ella, es muy probable que
siguiendo las directrices que le da la organización, su círculo de amistades íntimas
se reducirá a miembros de ella, pues ellos dicen que un testigo no debe
relacionarse innecesariamente con los mundanos (término que emplean para referirse
a los que no son testigos de Jehová).
Por tanto, si esa persona decide desasociarse, incluso los amigos más
íntimos deben dejar de saludarle. Si no lo hacen así y siguen relacionándose
con ella, también pueden ser amenazados con que se les va a expulsar.
Lo mismo ocurre si uno tiene
familia testigo. Si uno se desasocia, sabe que siguiendo las enseñanzas que da
la organización, la familia debe reducir los tratos con esa persona al mínimo
imprescindible.
En ambos casos pues, se puede
entender que es muy doloroso, porque salirse de la organización supone que uno
se va a quedar solo. Y lo peor de todo es que todo este dolor lo tiene uno que
experimentar sin haber hecho nada malo, solo por haberse dado cuenta de algunos
de los errores de la organización y defender su postura.
¿Qué ideas
pudieran ser esas?
Pues sin ir más lejos, le voy a
decir lo que causó que a nosotros nos desasociaran a pesar de que habíamos
llevado casi 40 años en esta organización y a pesar de que alguno de nosotros
hemos sido lo que se denomina ancianos o precursores regulares por muchos años.
La idea que nosotros defendimos y
por la cual se nos expulsó sin darnos explicación ninguna, es que lo que ellos
dicen sobre que Dios prohíbe las transfusiones de sangre, a la luz de la Biblia
es totalmente falso.
Ustedes
dicen que les expulsaron por opinar diferente en el asunto de las
transfusiones. ¿Cómo es posible, si algunos portavoces de los testigos de
Jehová aseguran que no se expulsa a nadie por hacerse una transfusión de
sangre?
Eso es totalmente falso. O como
mínimo es una verdad a medias que desencadena en mentira. Es curioso que ellos
nos acusan a nosotros de decir medias verdades y ellos son capaces de decir
cosas como esta. Solo existiría un supuesto válido para no expulsar a un testigo
que se pusiera una transfusión: sería en caso de que él dijera que se había
hecho una transfusión por debilidad o temor y ahora estaba arrepentido. Pero lo
que es seguro, es que si algún testigo dice a los demás que se pone sangre
porque él cree que no está haciendo nada malo y defiende su postura, lo
expulsan. Además, nosotros, que hemos sido ancianos, sabemos que una de las
razones para la expulsión es esa. Por tanto, que no vengan diciendo la mentira
de que no se expulsa a nadie por hacerse una transfusión, porque se expulsa
hasta por decir que pensamos que no es nada malo, como ha sido en nuestro caso.
Ustedes no
piensan que ellos tengan derecho a expulsar a alguien de su organización.
Ellos tienen todo el derecho del
mundo a expulsar a quien quieran. Pero a lo que no tienen derecho es a decir
que no se puede hablar y ni siquiera saludar a un expulsado. Y mucho menos
meterse en la familia y decirles que deben reducir los tratos al mínimo
imprescindible con su familiar que ya no es testigo o amenazar al testigo que
quiere relacionarse con su amigo desasociado diciéndole que si sigue
relacionándose con él, lo pueden expulsar a él también.
Lo que tampoco deberían poder
hacer es fomentar odio hacia los ex miembros que defienden ideas diferentes a
las suyas.
“VIOLENCIA” POR FANATISMO
RELIGIOSO
La finalidad de la religión debe ser
sacar al hombre de su mezquindad, elevarlo sobre su egoísmo y su avaricia,
abrirlo a horizontes nuevos de generosidad y de trascendencia, es decir,
abrirlo a Dios y vincularlo con él.
En todas las religiones han suscitado
experiencias de fanatismo aterradores. Y los cristianos no se han librado. Están
las cruzadas, la santa inquisición, las divisiones entre iglesias y las luchas
por el poder.
La personalidad de un fanático es la que
tiende a comportarse de una manera agresiva, no al exceso, pero quiere imponer en todo momento sus ideas
a la sociedad.
Estos grupos
quieren mostrar liderazgo y es por eso que tratan que otras personas adopten
sus ideas; creen que lo que hacen está bien y lo quieren expandir, pues ese es
su objetivo que todos piensen y crean igual que ellos.
El fanático no escucha, no razona, no
produce dialogo. Es evidente que ninguna mente sensata defendería el fanatismo
como actitud propia del ser humano civilizado.
EL FANATISMO ES COMO UN
“VIRUS”
En la actualidad, hay miles de fanáticos
religiosos, especialmente los que creen que son "siervos del señor". Entre
ellos hay miles que, antes de llegar al señor, fueron bandoleros, asesinos, narcos
y hasta borrachos. El fanatismo les aflora cuando entran en el
"lapsus", porque el milagro que piden no les llega y lo que es peor
aún, NUNCA LES VA A LLEGAR, porque son lobos con un disfraz de ovejas y una
biblia bajo el brazo. Así se expresó el señor Juan Salcedo perteneciente de una
iglesia católica.
Cuando el fanatismo ingresa al
universo religioso de una persona o de un grupo, produce una serie de
trastornos psicológicos y sociológicos con una fachada religiosa.
Fanatismo lo hay en todas las tradiciones religiosas,
ligado a fundamentalismos e integrismos de diversos colores, así que podemos
encontrar fanáticos en todas las religiones.
Aquellos con un denotado fanatismo
hacia la religión creen tener la verdad absoluta; no se cuestionan la
existencia de ningún otro dios más que el suyo. No son capaces de razonar de
forma civilizada ni lógica cuando alguien pone en duda algunos valores de su visión.
Odian a todos aquellos que no siguen sus doctrinas y suelen analizar ese odio
en forma de rabia, insultos y hasta agresiones físicas.
LA PSICOLOGIA FRENTE AL
FANATISMO
El fanatismo surge a partir de la
necesidad de seguridad que experimentan las personas, que, justamente, son
inseguras. Se trata de una especie de una compensación frente a un sentimiento
de inferioridad.
REACCIONES DE UN FANÁTICO
Una persona fanática generalmente no
tiene capacidad de razonar ni pensar, dado que siempre reacciona de forma
impulsiva e intolerante. No desarrolla su mente en busca de nuevos desafíos y
no aumenta su cultura: no acepta otras ideas religiosas, sociales o políticas
diferentes a los que profesa su dios.
CAUSAS DEL FANATISMO
Desde un punto de vista psicológico, lo
propio del fanatismo es el ansia de seguridad total de quienes, en el fondo, se
sienten existencialmente inseguros. En este sentido lo interpretan algunos
psicólogos. Por ejemplo, para Adler, el fanatismo es una compensación de un
sentimiento de inferioridad que niega la razón al otro. Siguiendo esta línea
psicológica, Freud, en El malestar de la
cultura afirma que el hombre se encuentra escindido entre dos tendencias
contrarias: el ansia de felicidad y el ansia de seguridad. Nuestra conciencia
de individuos es la causa de que nos sintamos solitarios, así como la
corporalidad es la fuente de males como las enfermedades. Por eso, para buscar
la felicidad puede imponerse la exigencia de abolir ambas facetas.
Causas para volverse un fanático
Esto depende
de la sociedad en que viva y si esa persona pues de algún modo es creyente, al
ingresar a grupos o iglesias como la evangélica, mormona u otras. Estas le
crean dependencia y le hacen adoptar sus ideas, las que
generalmente traen fatales consecuencias.
Las consecuencias
El fanatismo se considera una enfermedad y
generalmente lleva a la persona a una
distorsión personal. Le crea una serie de conflictos, pues la vuelve una
persona que quiere imponer lo que piensa y lo más lamentable es que puede
atentar con la vida de otro humano lo que lo hace un criminal para la sociedad.
PROBLEMAS DEL FANATISMO RELIGIOSO
El fanatismo religioso esconde terribles
efectos secundarios: limita la libertad, empobrece el psiquismo, incomunica,
limita la autocrítica y el afán de superación, reduce la riqueza de matices de
la vida y en muchos casos desemboca en la negación de la dignidad humana.
"El fanatismo es, ha sido y será el
flagelo de la humanidad en el aspecto religioso, político, social, familiar,
profesional, racial, regional, literario, intelectual, deportivo,
investigativo, científico, cultural, etc. Todo lo anterior nos invita a
reflexionar los perjuicios tan grandes que causa el fanatismo."
El fanático religioso peligro para la
sociedad
Estos grupos
no miden sus acciones y es alto riesgo en la sociedad, pues ellos ven como a
sus “enemigos” a las personas que no piensan igual que ellos, son capaces de
atentar en la vida de un ser humano y esto porque creen que su “divinidad” así
lo quiere.
LA FÉ
EN TODO HOMBRE
La fe es
esencialmente la respuesta de la persona humana al Dios personal, y por lo
tanto el encuentro de dos personas. El hombre queda en ella totalmente
comprometido. La fe es cierta, no porque implica la evidencia de una cosa
vista, sino porque es la adhesión a una persona que ve. La transmisión de la fe
se verifica por el testimonio. Un cristiano da testimonio en la medida en que
se entrega totalmente a Dios y a su obra. Normalmente, la verdad cristiana se
hace reconocer a través de la persona cristiana. El que no tiene fe, no
entiende al que la tiene, y sabe estimar los valores eternos. Es como hablarle
a un ciego de colores.
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Pudiera ser
que en la antigüedad la fe era vista de otro modo o no tenía esa importancia en
nuestras vidas, sin embargo, yo la consideraría que no, esto se pudo ver cuando
fue aprehendido Jesús, estaban sus seguidores y los que no creían en él, de
otra forma podría decirse que estaban los que le tenían fe por sus actos y los
que estaban en contra de él, es lo mismo en la actualidad, hay gente que tiene
fe en una religión y hay quien la tiene en otra. Por otra parte existía como
una unión entre iglesia y estado lo que no permitía un buen desarrollo de la
misma, algunos mencionan que este fue el peor y más trágico error de la
iglesia ya que no quedaba claro hasta qué
punto te la obligación de salvar el alma. La fe de las personas en algunas
religiones pudiera a llegar a verse como fanatismo y es aquí donde me pregunto
¿Qué es el fanatismo? Y quien decide lo que es o no el fanatismo. Acaso no
existirá tal palabra y lo que si existe es la fe interpretada de diversas
maneras según la religión, es esto lo que creo ya que en algunas religiones lo
que para ellos representa la fe para personas ajenas a esa religión pudiera ser
vista o interpretada como fanatismo y no tenemos el derecho de juzgar su fe y
el valor que para ellos representa su religión para seguirla de manera eficaz
por así llamarlo. En conclusión tenemos que aprender a ser más tolerantes a
respetar la fe de los demás porque al final cada quien es libre de manifestar
su fe como mejor le parezca siempre y cuando no dañe o afecte a otros.
Estas fueron
las palabras de la señora Luz Martinez
Sorio- socióloga.
Tras mi investigación por diferentes
parroquias del distrito de Villa el Salvador llegué a la iglesia católica “La Cruz” ubicada
en el distrito en el mismo distrito para conversar con el párroco Silvano
Carlos Medina sobre este tema que es tan preocupante para la sociedad:
¿Qué opinión tiene Ud. Sobre el fanatismo
religioso?
El fanatismo ha abarcado gran parte de la
sociedad. E es un tema que no solo afecta la fe de un creyente, sino que lo
excluye de la iglesia, porque un ser que cree en Dios no hace daño y un
fanático no merece servir a señor.
Se dice que un fanático no merece ser parte
de la iglesia, ¿cree que Dios aprueba esto?
Dios lo aprueba porque un creyente no impone
ideas. Al contrario, sigue las leyes del señor, pero no haciendo barbaries como
muchas de estas personas lo hacen.
¿Un fanático merecería ser castigado por
Dios?
Sí, si una persona que atenta contra otra, no
solo en el sentido de imponerle su forma de pensar y queriendo que esta adopte
su fe, sino también por obrar el mal con otras personas.
¿Cree que el fanatismo también se da en los
católicos?
Generalmente, las personas a las que se les
considera fanáticos pertenecen a grupos que intentan imponer sus ideas diciendo
que el “señor” así lo quiere.
¿Qué opinión tiene sobre estas personas?
Simplemente son personas a las que Dios va a
juzgar; yo no puedo hacerlo.
Puedes seguir una religión. No hay
nada de malo en ello; incluso practicar sus ideales. Lo que deberías evitar es
caer en el fanatismo y para ello puedes empezar preguntando a otra gente si te
ven como fanático.
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