martes, 2 de julio de 2013

Reportaje: Fanatismo Religioso



FANATISMO FUERA DE CONTROL


¿Quién no tiene un cantante favorito? ¿Quién no tiene un equipo de fútbol favorito? En la vida, hay muchas cosas que nos pueden llegar  apasionar, querer saber todo sobre eso que nos gusta tanto, que “amamos tanto”, sentirte parte de ello llegar a ser fanáticos aun sin saberlo, porque quizá no lo crees ser o simplemente no lo aceptas pero. ¿Puede esa pasión llevarnos hasta el punto de convertirnos en criminales?
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Los seres humanos poseemos muchos rasgos de fanatismo en mayor o menor grado dependiendo del nivel de aferramiento que hemos desarrollado a nuestras creencias, preferencias, prejuicios, etc. Y es que el ser humano suele aferrarse a figuras psicológicas de las que obtiene seguridad quiere imponerlas e incluso las defiende de contradicciones.
               
El fanatismo se ha convertido en un fenómeno muy amplio que puede presentarse en muchos campos como la política, la música, la religión, el deporte, entre muchos otros. Dentro de estos diversos tipos de fanatismo existentes, hay que subrayar que el religioso es el que más daño ha ocasionado  a lo largo de la historia.
Como perfecto ejemplo de este horror religioso que sólo ha traído muerte y destrucción merecería destacarse la creación de la Santa Inquisición durante la Edad Media.

LA SANTA INQUISICIÓN FUE FANATISMO
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Se trataba de una institución dentro de la Iglesia Católica, que tenía como misión acabar con la herejía y para ello establecía tribunales a lo largo y ancho de la geografía mundial que eran los         encargados de “juzgar” a los herejes. Así llamaban a quienes consideraban brujos, ateos o  adoradores del demonio.
Esto dio lugar a que los individuos que se situaran al frente del Santo Oficio (tribunales) cometieran todo tipo de injusticias y de inculpaciones a inocentes que murieron quemados en la hoguera y que sufrieron todo tipo de torturas absolutamente abominables.

CONGREGACIONES RELIGIOSAS FANÁTICOS
¿Cuántos casos no se han visto en la historia de la humanidad  de extrema crueldad, injusticia, violencia, tiranía, etc.,  procedente de movimientos ideológicos que pregonan a dios, al amor, a la libertad, a la justicia y la fraternidad?
No debe resultarnos extraño que las personas se vuelvan hacia el esoterismo, el ocultismo y las sectas. No hay visión en el mundo en la que viven, pues en un entorno semejante es fácil ser presa de estos diversos grupos religiosos.
En el AA.HH Lomo de Corvina del distrito de Villa el Salvador, un ex perteneciente a un grupo religioso el señor Marco Aurelio Espinoza ex “Testigos de Jehová” accedió a la entrevista muy amablemente:
¿Es difícil abandonar a los Testigos de Jehová?
El grado de dificultad depende de varios factores. Uno de ellos es del tiempo que uno lleve en la organización. Otro es la cantidad de familia que tenga dentro.
Por ejemplo: Si uno ha vivido mucho tiempo en ella, es muy probable que siguiendo las directrices que le da la organización, su círculo de amistades íntimas se reducirá a miembros de ella, pues ellos dicen que un testigo no debe relacionarse innecesariamente con los mundanos (término que emplean para referirse a los que no son testigos de Jehová).
Por tanto, si esa persona decide desasociarse, incluso los amigos más íntimos deben dejar de saludarle. Si no lo hacen así y siguen relacionándose con ella, también pueden ser amenazados con que se les va a expulsar.

Lo mismo ocurre si uno tiene familia testigo. Si uno se desasocia, sabe que siguiendo las enseñanzas que da la organización, la familia debe reducir los tratos con esa persona al mínimo imprescindible.

En ambos casos pues, se puede entender que es muy doloroso, porque salirse de la organización supone que uno se va a quedar solo. Y lo peor de todo es que todo este dolor lo tiene uno que experimentar sin haber hecho nada malo, solo por haberse dado cuenta de algunos de los errores de la organización y defender su postura.

¿Qué ideas pudieran ser esas?

Pues sin ir más lejos, le voy a decir lo que causó que a nosotros nos desasociaran a pesar de que habíamos llevado casi 40 años en esta organización y a pesar de que alguno de nosotros hemos sido lo que se denomina ancianos o precursores regulares por muchos años.

La idea que nosotros defendimos y por la cual se nos expulsó sin darnos explicación ninguna, es que lo que ellos dicen sobre que Dios prohíbe las transfusiones de sangre, a la luz de la Biblia es totalmente falso.

Ustedes dicen que les expulsaron por opinar diferente en el asunto de las transfusiones. ¿Cómo es posible, si algunos portavoces de los testigos de Jehová aseguran que no se expulsa a nadie por hacerse una transfusión de sangre?

Eso es totalmente falso. O como mínimo es una verdad a medias que desencadena en mentira. Es curioso que ellos nos acusan a nosotros de decir medias verdades y ellos son capaces de decir cosas como esta. Solo existiría un supuesto válido para no expulsar a un testigo que se pusiera una transfusión: sería en caso de que él dijera que se había hecho una transfusión por debilidad o temor y ahora estaba arrepentido. Pero lo que es seguro, es que si algún testigo dice a los demás que se pone sangre porque él cree que no está haciendo nada malo y defiende su postura, lo expulsan. Además, nosotros, que hemos sido ancianos, sabemos que una de las razones para la expulsión es esa. Por tanto, que no vengan diciendo la mentira de que no se expulsa a nadie por hacerse una transfusión, porque se expulsa hasta por decir que pensamos que no es nada malo, como ha sido en nuestro caso.

Ustedes no piensan que ellos tengan derecho a expulsar a alguien de su organización.

Ellos tienen todo el derecho del mundo a expulsar a quien quieran. Pero a lo que no tienen derecho es a decir que no se puede hablar y ni siquiera saludar a un expulsado. Y mucho menos meterse en la familia y decirles que deben reducir los tratos al mínimo imprescindible con su familiar que ya no es testigo o amenazar al testigo que quiere relacionarse con su amigo desasociado diciéndole que si sigue relacionándose con él, lo pueden expulsar a él también.

Lo que tampoco deberían poder hacer es fomentar odio hacia los ex miembros que defienden ideas diferentes a las suyas.


“VIOLENCIA” POR FANATISMO RELIGIOSO
La finalidad de la religión debe ser sacar al hombre de su mezquindad, elevarlo sobre su egoísmo y su avaricia, abrirlo a horizontes nuevos de generosidad y de trascendencia, es decir, abrirlo a Dios y vincularlo con él.
En todas las religiones han suscitado experiencias de fanatismo aterradores. Y los cristianos no se han librado. Están las cruzadas, la santa inquisición, las divisiones entre iglesias y las luchas por el poder.
 La personalidad de un fanático es la que tiende a comportarse de una manera agresiva, no al exceso,   pero quiere imponer en todo momento sus ideas a la sociedad.
Estos grupos quieren mostrar liderazgo y es por eso que tratan que otras personas adopten sus ideas; creen que lo que hacen está bien y lo quieren expandir, pues ese es su objetivo que todos piensen y crean igual que ellos.
El fanático no escucha, no razona, no produce dialogo. Es evidente que ninguna mente sensata defendería el fanatismo como actitud propia del ser humano civilizado.
EL FANATISMO ES COMO UN “VIRUS”
En la actualidad, hay miles de fanáticos religiosos, especialmente los que creen que son "siervos del señor". Entre ellos hay miles que, antes de llegar al señor, fueron bandoleros, asesinos, narcos y hasta borrachos. El fanatismo les aflora cuando entran en el "lapsus", porque el milagro que piden no les llega y lo que es peor aún, NUNCA LES VA A LLEGAR, porque son lobos con un disfraz de ovejas y una biblia bajo el brazo. Así se expresó el señor Juan Salcedo perteneciente de una iglesia católica.
Cuando el fanatismo ingresa al universo religioso de una persona o de un grupo, produce una serie de trastornos psicológicos y sociológicos con una fachada religiosa.
Fanatismo  lo hay en todas las tradiciones religiosas, ligado a fundamentalismos e integrismos de diversos colores, así que podemos encontrar fanáticos en todas las religiones.
Aquellos con un denotado fanatismo hacia la religión creen tener la verdad absoluta; no se cuestionan la existencia de ningún otro dios más que el suyo. No son capaces de razonar de forma civilizada ni lógica cuando alguien pone en duda algunos valores de su visión. Odian a todos aquellos que no siguen sus doctrinas y suelen analizar ese odio en forma de rabia, insultos y hasta agresiones físicas.
LA PSICOLOGIA FRENTE AL FANATISMO
El fanatismo surge a partir de la necesidad de seguridad que experimentan las personas, que, justamente, son inseguras. Se trata de una especie de una compensación frente a un sentimiento de inferioridad.
REACCIONES DE UN FANÁTICO
Una persona fanática generalmente no tiene capacidad de razonar ni pensar, dado que siempre reacciona de forma impulsiva e intolerante. No desarrolla su mente en busca de nuevos desafíos y no aumenta su cultura: no acepta otras ideas religiosas, sociales o políticas diferentes a los que profesa su dios.
CAUSAS DEL FANATISMO
Desde un punto de vista psicológico, lo propio del fanatismo es el ansia de seguridad total de quienes, en el fondo, se sienten existencialmente inseguros. En este sentido lo interpretan algunos psicólogos. Por ejemplo, para Adler, el fanatismo es una compensación de un sentimiento de inferioridad que niega la razón al otro. Siguiendo esta línea psicológica, Freud, en El malestar de la cultura afirma que el hombre se encuentra escindido entre dos tendencias contrarias: el ansia de felicidad y el ansia de seguridad. Nuestra conciencia de individuos es la causa de que nos sintamos solitarios, así como la corporalidad es la fuente de males como las enfermedades. Por eso, para buscar la felicidad puede imponerse la exigencia de abolir ambas facetas.

Causas para volverse un fanático
Esto depende de la sociedad en que viva y si esa persona pues de algún modo es creyente, al ingresar a grupos o iglesias como la evangélica, mormona u otras. Estas le crean dependencia y le hacen adoptar sus ideas, las que generalmente traen fatales consecuencias.
Las consecuencias
El fanatismo se considera una enfermedad y generalmente  lleva a la persona a una distorsión personal. Le crea una serie de conflictos, pues la vuelve una persona que quiere imponer lo que piensa y lo más lamentable es que puede atentar con la vida de otro humano lo que lo hace un criminal para la sociedad.

PROBLEMAS DEL FANATISMO RELIGIOSO
El fanatismo religioso esconde terribles efectos secundarios: limita la libertad, empobrece el psiquismo, incomunica, limita la autocrítica y el afán de superación, reduce la riqueza de matices de la vida y en muchos casos desemboca en la negación de la dignidad humana.
"El fanatismo es, ha sido y será el flagelo de la humanidad en el aspecto religioso, político, social, familiar, profesional, racial, regional, literario, intelectual, deportivo, investigativo, científico, cultural, etc. Todo lo anterior nos invita a reflexionar los perjuicios tan grandes que causa el fanatismo." 
El fanático religioso peligro para la sociedad
Estos grupos no miden sus acciones y es alto riesgo en la sociedad, pues ellos ven como a sus “enemigos” a las personas que no piensan igual que ellos, son capaces de atentar en la vida de un ser humano y esto porque creen que su “divinidad” así lo quiere.

LA FÉ EN TODO HOMBRE                                                                                       
La fe es esencialmente la respuesta de la persona humana al Dios personal, y por lo tanto el encuentro de dos personas. El hombre queda en ella totalmente comprometido. La fe es cierta, no porque implica la evidencia de una cosa vista, sino porque es la adhesión a una persona que ve. La transmisión de la fe se verifica por el testimonio. Un cristiano da testimonio en la medida en que se entrega totalmente a Dios y a su obra. Normalmente, la verdad cristiana se hace reconocer a través de la persona cristiana. El que no tiene fe, no entiende al que la tiene, y sabe estimar los valores eternos. Es como hablarle a un ciego de colores.
Fuente imagen: www.movies4indies.com
Pudiera ser que en la antigüedad la fe era vista de otro modo o no tenía esa importancia en nuestras vidas, sin embargo, yo la consideraría que no, esto se pudo ver cuando fue aprehendido Jesús, estaban sus seguidores y los que no creían en él, de otra forma podría decirse que estaban los que le tenían fe por sus actos y los que estaban en contra de él, es lo mismo en la actualidad, hay gente que tiene fe en una religión y hay quien la tiene en otra. Por otra parte existía como una unión entre iglesia y estado lo que no permitía un buen desarrollo de la misma, algunos mencionan que este fue el peor y más trágico error de la
iglesia ya que no quedaba claro hasta qué punto te la obligación de salvar el alma. La fe de las personas en algunas religiones pudiera a llegar a verse como fanatismo y es aquí donde me pregunto ¿Qué es el fanatismo? Y quien decide lo que es o no el fanatismo. Acaso no existirá tal palabra y lo que si existe es la fe interpretada de diversas maneras según la religión, es esto lo que creo ya que en algunas religiones lo que para ellos representa la fe para personas ajenas a esa religión pudiera ser vista o interpretada como fanatismo y no tenemos el derecho de juzgar su fe y el valor que para ellos representa su religión para seguirla de manera eficaz por así llamarlo. En conclusión tenemos que aprender a ser más tolerantes a respetar la fe de los demás porque al final cada quien es libre de manifestar su fe como mejor le parezca siempre y cuando no dañe o afecte a otros.
Estas fueron las palabras de  la señora Luz Martinez Sorio- socióloga.

Tras mi investigación por diferentes parroquias del distrito de Villa el Salvador  llegué a la iglesia católica “La Cruz” ubicada en el distrito en el mismo distrito para conversar con el párroco Silvano Carlos Medina sobre este tema que es tan preocupante para la sociedad:
¿Qué opinión tiene Ud. Sobre el fanatismo religioso?
 El fanatismo ha abarcado gran parte de la sociedad. E es un tema que no solo afecta la fe de un creyente, sino que lo excluye de la iglesia, porque un ser que cree en Dios no hace daño y un fanático no merece servir a señor.
Se dice que un fanático no merece ser parte de la iglesia, ¿cree que Dios aprueba esto?
 Dios lo aprueba porque un creyente no impone ideas. Al contrario, sigue las leyes del señor, pero no haciendo barbaries como muchas de estas personas lo hacen.
¿Un fanático merecería ser castigado por Dios?
 Sí, si una persona que atenta contra otra, no solo en el sentido de imponerle su forma de pensar y queriendo que esta adopte su fe, sino también por obrar el mal con otras personas.
¿Cree que el fanatismo también se da en los católicos?
 Generalmente, las personas a las que se les considera fanáticos pertenecen a grupos que intentan imponer sus ideas diciendo que el “señor”  así lo quiere.
¿Qué opinión tiene sobre estas personas?
 Simplemente son personas a las que Dios va a juzgar; yo no puedo hacerlo.
Puedes seguir una religión. No hay nada de malo en ello; incluso practicar sus ideales. Lo que deberías evitar es caer en el fanatismo y para ello puedes empezar preguntando a otra gente si te ven como fanático.

Por Pamela Noemí Albán Martínez

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